




EL CUENTO "UN TESORO MAGICO POR DESCUBRIR"
UN AMIGO EN PELIGRO
Esta noche, al bosque mágico, llego una carta misteriosa para ALDIN, escrita en letras extrañas. “!Leela, leela”, le dice el curioso Flap, el murciélago.
“! Calma, amigos, estos son jeroglíficos…no es nada fácil! Es un mensaje de Topsecret II, un mago amigo de mi tatara-tatarabuelo. Me escribe desde Egipto y… ¡caramba, la carta es de… hace 2724 años!
Junto a la carta, ALDIN acaba de recibir también una cajita que exhala un olor extraño…
ALDIN logra por fin descifrar la difícil escritura: “!Topsecret II está en problemas!”, exclama. “Su rey el gran faraón, es prisionero del príncipe malo. Nos pide que vayamos a liberarlo y nos envía un polvito mágico para viajar en el tiempo…”
Mientras ALDIN consulta el mapa del tiempo, en búsqueda del camino mas cómodo hasta el antiguo Egipto, Lino, el fantasmita, y su amigo Funda, preparan las maletas.
¡Todo está listo! La culebrita, Alfiler, se enrosca en el palo de Jett, la escoba de ALDIN: ella quiere llegar primero. ALDIN esparce el polvito en el piso y pronuncia la fórmula mágica: “! Mágica escoba vuela derecho, vuela veloz hacia el antiguo Egipto!”.
¡Puf! Una nube de humo y… ¡nuestros amigos desaparecen!
“! Llegamos al antiguo Egipto!”, Exclama al rato ALDIN.
“! No hemos llagado a Egipto!” refunfunea Alfiler.
“! No veo ni el desierto, ni las pirámides!”.
Alfiler tiene razón: algo no funciono. Los tres amigos fueron a parar derechito a la casa del viejo Búho, cuando el viejo mago de la noche tomaba un baño en la tina. “! Caramba, que invasión!”.
“! Hola búho! Perdónanos la molestia… y ahora, ¿Cómo hacemos para llegar a Egipto?”, exclama preocupado ALDIN.
“! Eres el descuidado de siempre, ALDIN! ¡Nunca te acuerdas de mis clases! No son suficientes un polvito y una fórmula mágica…
¡Se necesita también la palabra clave!”. Búho saca un gran libro antiguo de su armario, lo consulta y lee: “Viajes por nave, por tren, por globo, viajes en el tiempo…
“! Hela aquí! Vamos a ver…¿Dijiste antiguo Egipto?... la palabra clave es PIUXCOKUAMON.
Flap y Alfiler están muy preocupados: “! Dios mío que palabra! ALDIN ¡Nunca lo lograra!”: Sin embargo…
Esta vez ALDIN se concentra bien: ¡de ninguna manera puede equivocarse!
“! PIUX…COKU…AMON!”
Un toque de la varita mágica, y nuestros amigos aterrizan en la punta de…!una altísima pirámide!
Por fin, debajo de ellos ven el desierto, las palmas y los camellos. “! Esta vez llegamos de verdad a Egipto!”, dice burlonamente Alfiler. Flap, quien sufre de vértigo, no se atreve a mirar hacia abajo.
Disfrazados de egipcios ALDIN, Flap y Alfiler llegan frente al palacio del gran faraón. Los guardias, al creer que son visitantes importantes, los dejan pasar, haciéndoles grandes reverencias.
“! Que cara tan fea tiene aquel lagartote!”, susurra Flap, mirándole al príncipe malo, cómodamente recostado sobre el trono del gran faraón. “Y esos ojos rojos… ¡qué miedo!”, dice Alfiler. Yo se que, si lo miras a los ojos, quedas hipnotizado…”
“! Cállense amigos, o nos van a descubrir!”, ordena ALDIN. ¡Demasiado tarde!...
“¿Quien están murmurando tras las columnas?”. La voz del príncipe malo parece un rugido.
“! Aquí hay espías!...!Agárrenlos!”
Un enorme gorila agarra a los tres desafortunados y los lleva. “me estoy ahogando, ¡suéltenme!, protesta Alfiler con un hilo de voz. ALDIN repasa en su mente toda la enciclopedia de las formulas mágicas; pero, no se le ocurre nada que le pueda ser útil para solucionar esta situación.
“! Ahora verán lo que les pasa a los entrometidos como ustedes!”, ríe sarcásticamente el gorila.
¡Clac! ¡Y helos aquí encerrados en una prisión! Sin embargo, no están solos en la celda… “! Hola ALDIN! ¡Bienvenido!”. Los acoge Topsecret II, sentado a lado del gran faraón. “! Sabia que vendrías a liberarnos!”.
“Está bien…pero ¿Cómo hacemos para liberarlos si estamos aquí encerrados nosotros también? “Cállate Alfiler; déjame pensar!”, lo regaña el pequeño mago.
Luego de pensar mucho, finalmente ALDIN exclama: ¡Lo tengo! Usare la fórmula mágica para derretir los metales. La conozco muy bien: ¡Búho me la hizo repetir un montón de veces! ¡Así no tendremos problemas con los barrotes de la prisión!”.
Sin embargo, para no equivocarse, ALDIN saca de su bolsillo su luminosa bola de cristal y… entre miles de estrellitas, se aparece el gran libro de los hechizos, abierto en la página correcta.
ALDIN está listo. Se estruja los ojos, estornuda, bosteza, luego repite de memoria la formula: “!Barrotes, candados y cerraduras ya no serán más cosas dura: serán suaves como el chocolate y como un algodón de azúcar!”.
Pero, ¿qué fue lo que paso? Los barrotes no se derritieron para nada: han tomado en serio las palabras de la formula y ahora son de…!puro chocolate! Y los muros están recubiertos de crocante, de fruta cristalizada, crema de leche y cerecitas. Al gran faraón, quien es muy glotón, ¡ya se le hizo agua la boca!
ALDIN está muy apenado. “Les pido disculpas: ¡me equivoque también esta vez! ¡Está muy bien así!, lo consuela el gran faraón.
“Yo me encargo de comer todo este buen chocolate. Dentro de poco veras como la puerta desaparecerá…” ¡Estamos aquí nosotros también! Flap y Alfiler se lanzaron a ayudar. También ALDIN y Topsecret II se quedan atrás, y empiezan a roer los barrotes-
Con pasos sigilosos y la barriga llena, los cinco fugitivos cruzan los oscuros pasillos del palacio. Per…¿Por qué llevan aquellos extraños anteojos?
¡No veo nada con estos bichos! Protesta Flap. ¡Cállate murciélago feo! ¡Tu deberías ver muy bien también en la oscuridad! Son el último invento de ALDIN: con estos anteojos el príncipe malo ¡no podrá hipnotizarnos!.
El príncipe malo les pone ¡unos ojos! Más feos que nunca; pero, ¡solo es tiempo perdido! Mientras el animalote trata de hipnotizarlos, nuestros héroes, con los ojos bien protegidos por los lentes, lo inmovilizan. Alfiler, le bloquea las piernas, mientras que los demás lo atan como un salchichón. ¡Esta trono no le pertenece!, le grita ALDIN, quitándole la silla por debajo de la cola. Mientras tanto, Flap revolotea, riéndose como un loco. ¡Que viva el gran faraón!, grita Topsecret II.
Antes de que tú te vayas, le dice el gran faraón a ALDIN, te revelare la valiosísima formula de la esfinge. Acercándose al oído del osito, le susurra una complicadísima fórmula mágica.
¡Caramba, esta si que es fantástica!...!la recordare de seguro!, le contesta ALDIN. ¡De seguro podre hacer grandes prodigios con ella ¡…
¡Adiós Egipto, pirámides y faraones! ¡Agárrate bien, Flap… vamos a despegar!, dice el pequeño mago, aferrándose al palo de su escoba súper veloz. ¿Cuándo vamos a llegar?, pregunta Alfiler, quien está recibiendo demasiado viento en su cara. ALDIN sigue pensando en la fórmula del faraón, sin embargo, cada vez que la repite, siempre le parece un poco distinta…
¿Qué nos trajiste del antiguo Egipto? Todos le preguntan a ALDIN. “Bueno a ver ¿Cómo era la formula? ¡Mmmm… se me olvido! Sin embargo, amigos, desde Egipto traje… ¡Una esplendida historia para contarles!.
